Cada día tengo más claro que nuestra salud mental, y a veces incluso la física, va de la mano de nuestra salud en pareja. Siempre se dice que cuando tenemos problemas, éstos afectan de manera negativa a nuestra salud, y es verdad, pero yo creo que son los problemas de pareja, específicamente, los que se llevan la palma.
Si tienes problema en el trabajo, con los niños o problemas económicos tu casa se convierte en tu refugio y, tu pareja, en ese apoyo que te da la entereza que a veces a ti te falla. Sin embargo si es al contrario, o tienes problemas por ambos lados (dentro y fuera de casa), todo se resiente mucho más. Tu hogar ya no es tu salvavidas y te falta esa persona que te da la mano para levantarte o, simplemente, para caminar a tu lado.
Con esto no quiero decir que los solteros tengan menos posibilidades de ser felices, para nada. Cuando uno no tiene pareja también es imposible que tenga problemas de pareja. Digamos que es como un toma y daca, todo tiene su parte positiva y si parte negativa.
En mi opinión, discusiones las tienen todos y problemas podemos tenerlos todos también, peor sólo se pueden sobrellevar unos días, cuando el espacio de tiempo que pasamos con nuestra pareja es más negativo que positivo todo empieza a tambalearse y tienes dos opciones: tirar la toalla o poner soluciones.
Aunque no lo parezca, gran parte de la población prueba con la terapia de parejas, el problema es que para que funcione ambas partes deben estar de acuerdo en colaborar y hay una gran mayoría de parejas en las que uno de los dos quiere acudir al terapeuta y el otro sólo va para contentar, no porque verdaderamente así lo sienta.
Terapia Psi, es una clínica terapéutica dirigida por la doctora María Laura Fernández, especialista en terapia Gestalt de pareja. Pero ¿qué es la terapia Gestalt? Pues es una psicoterapia que tiene como objetivo, además de ayudar al paciente a sobreponerse a ciertos síntomas, permitirle llegar a ser más completo y creativamente vivo, liberándole así de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen su satisfacción óptima, autorrealización y crecimiento. En otras palabras, que no sólo busca eliminar un problema sino que además pretende darte las herramientas necesarias para evitar volver a sufrirlo.
Prejuicios
Hay quien huye de este tipo de cosas, quien no confía en los beneficios que pueda ofrecerle cualquier tipo de terapia y yo pienso que si no lo pruebas no deberías opinar. Y no me vale eso de ir “medio obligado”, sino que hay que ir intentando dar todo de nosotros mismos y luego, si no te funciona, ya tendrás herramientas verídicas con las que criticar la terapia, y si te sale bien, mejor que mejor ¿no?
De todos modos todo depende del grado de gravedad del problema en sí. Por ejemplo, yo, cuando discuto con mi pareja y estamos tensos unos días, intento que hagamos algo juntos que nos una un poco más. A veces la llevo al teatro, o a patinar (a pesar de que yo paso más tiempo en el suelo que sobre los patines), o es ella quien me lleva a mí a algún sitio. La última vez que nos ocurrió algo similar me llevo a un centro de masajes, Masajes + se llama, y de decir que es una experiencia única. Las masajistas son un encanto y luego te dan media hora para estar con tu pareja en sus instalaciones y disfrutar un poco del ambiente relajado, la música y una copa. La verdad es que espero repetir pronto, aunque esta vez sin discusión previa, espero.
Si consigues volver a la rutina, al estado previo al problema, probablemente tu salud también se recuperará. En mi caso, cuando estoy mal en casa se me cierra el estómago, me sientan mal las comidas y sufro mucho de ardor, me duele la cabeza y a veces estoy más cansado de lo que normalmente debería estar. Es un sinvivir. Y luego, cuando todo se arregla, un estado de relajación me inunda y descanso mejor, y vuelvo a tener apetito, y vuelvo a sentirme bien conmigo mismo.
