Si hay un regalo que podemos hacer a un hombre de cualquier edad ahora que se acerca la Navidad, ese es un circuito de coches slot, un Scalextric de toda la vida con el que tanto niños como mayores disfrutan de toda la emoción de las carreras y se sienten unos verdaderos pilotos. Mi hijo y mi marido, muchas veces para emular a los profesionales se traen uno de los extintores de
Balsamar que pusimos en casa, para que así parezca aquello un pit stop cuando ponen a punto el coche. De hecho, este juego es tan memorable que hace muy poquito veíamos un anuncio de televisión donde el padre apenas tenía tiempo para su hijo pero el abuelo rescataba este juego y ambos se unían y se olvidaban de las obligaciones.