Nuestro hogar es nuestra guarida. Es el sitio ideal para todo lo que queramos hacer o planear. Es el lugar en el que encontramos la paz después de largas y duras horas en el trabajo, durante las cuales toneladas de estrés se acomodan sobre nuestros hombros. La vivienda en la que residimos es, en definitiva, nuestra escapatoria ante la rutina y todo aquello que nos hace la vida un poco más difícil. De ahí la necesidad de equiparla con todo aquello que consideremos necesario para nuestra estancia. Una casa es el reflejo de la personalidad de todos los que la habitan y, por tanto, tiene características o elementos que nos definen y que nos diferencian de otros. Y también los hombres somos capaces de proporcionar ese elemento a nuestro entorno.