El verano es la época del año en la que más tiempo pasamos fuera de nuestro hogar y es que con la llegada de la época estival, somos muchos los que optamos por alejarnos unos días de casa y disfrutar de un tiempo de ocio en el que desconectemos del estrés y de la rutina que vivimos cada día. Es por ello, unido a que son los días más grandes y nos apetece más quedar con nuestros amigos y familiares, por lo que nuestra casa pasa a un segundo plano.
Así, cada vez somos más los españoles que, llegados a estas fechas, optamos por darle una nueva vida a nuestro hogar, de tal forma que, a nuestro regreso, algunos de los elementos que estaban más desgastados por el paso del tiempo y el uso ya no estén y en su lugar haya otro mobiliario más actual, una nueva pintura o, simplemente, se hayan cambiado de lugar los muebles para poder reformular la decoración de nuestra casa. Es por ello por lo que en las próximas líneas os hablaremos de algunos de los mejores consejos que podéis seguir para reformar vuestra casa y que luzca como nueva.
A la hora de reformar nuestro hogar debemos de tener claras cuales son las prioridades que debemos de seguir y es que no siempre lo que vemos cada día es lo más urgente, puesto que, en ocasiones, la vivienda cuenta con otros elementos que, aunque no los veamos tan a menudo, presentan un desgaste mucho mayor. Este es el caso de los tejados y es que, si vivimos en una vivienda unifamiliar, tendremos que tener siempre presente que las techumbres también se van desgastando, por lo que es probable que, pasados unos años desde que compramos la casa, tengamos que cambiar algún tipo de cubierta. Si este es vuestro caso, nosotros os recomendamos que contactéis con cubiertas Estévez y es que ellos llevan años de experiencia en este tipo de trabajos, por lo que sabrán mucho mejor que nosotros como hacer frente a ellos y así nosotros nos evitamos tener que subir al techo, para lo que no estamos cualificados y, con ello, nos podremos ahorrar más de un disgusto.
Otra de las reformas más comunes que podemos llevar a cabo es la de la fachada de nuestra vivienda y es que el sol va comiendo el color con el paso del tiempo, así como también los materiales se van desgastando, por lo que la solución será siempre reformar, cuando un mantenimiento preventivo ya no sea efectivo. Además, para llevar a cabo este tipo de trabajos, hoy en día debemos de consultar a las administraciones y es que existen ciertas normativas que debemos de seguir, en función de donde se ubique la vivienda, así como también podremos encontrar diferentes subvenciones, en el caso de que se trate de una zona de especial protección como puede ser el Camino de Santiago. Sin embargo, no siempre es fácil llevar a cabo este trámite, puesto que el atasco que existe en Patrimonio ralentiza la rehabilitación de casas en el Camino de Santiago, aunque si bien es cierto que la nueva ley evita miles de trámites, la realidad es que la dependencia administrativa aún es alta, por lo que estos trabajos se pueden demorar varios meses esperando la respuesta de la administración, en este caso, la autonómica de Galicia.
El interior de las viviendas es otra de las áreas que más a menudo solemos reformar y es que en ella es donde más horas pasamos al día, por lo que siempre tratamos de tener nuestra casa a nuestro gusto. Así, una buena reforma para adaptarla a las nuevas realidades tecnológicas que existen, como la domótica, es una de las mejores decisiones que podemos tomar, ya que estaremos dándole a nuestro hogar un respiro de unos cuantos años hasta la próxima obra, siempre y cuando dejemos dotada a la casa de las últimas novedades del mercado.
El problema de vivir en una casa protegida
Vivir en el centro de una ciudad o en un entorno de especial protección por parte de las administraciones no siempre es una buena noticia y es que nos podemos encontrar con que llevar a cabo una reforma sea mucho más complejo de lo que ya es de por sí. Esto se debe a que toda reforma que se realice en una vivienda protegida ha de ser considerada como obra mayor, por lo que los trámites que han de pasar hasta obtener la licencia son mucho más tediosos que si se tratase de una obra menor. Un hecho que hace que muchos propietarios se planteen realizar los trabajos sin licencia y por lo que después se suelen encontrar con sanciones.