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La galantería ¿ha muerto?

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Me considero un hombre de mundo, moderno, sin complejos y sin perjuicios y en ocasiones alucino mucho cuando escucho a según qué tipos hablar de sus relaciones sexuales. Para empezar yo jamás hablaría como ellos pero es que lo que escuché ayer me dejó alucinado. Había un chaval, de unos 25 años aproximadamente, quejándose a unos colegas en la cafetería donde estábamos. Decía que estaba hasta las narices de tener que comprar él los preservativos y que por qué no los compraba su novia. Vamos a ver chaval, si tanto te cuesta te recomiendo pillarlos en Comercial Apra donde puedes pillar paquetes de 144 preservativos a 18 euros… mira si tienes ahí para usar… y a la novia de éste le recomiendo que se busque a alguien un poco más espléndido.

Vamos a ver, yo soy de los que opina que la galantería no ha pasado de moda y abrirle la puerta del restaurante al entrar o ayudarla a ponerse el abrigo es algo que no debemos perder e igual que te digo eso también te digo que eso de pagar todo no va conmigo, ni con mi pareja. Unas veces paga ella y otras veces pago yo, es así de simple, tanto si vamos al cine, como de copas, como a cenar o adonde sea. Eso es una cosa, pero ¿quejarme por comprar los preservativos? ¿Estamos locos? Jamás iría a mi novia a decirle que los comprara ella que yo ya estoy cansado. Me parece de chiste.

Sí que es verdad que a veces le he comentado que no quedaban que quedaban pocos y ella ha ido a comprarlos porque ha salido antes del trabajo o porque le venía mejor que a mí pero igual que yo compro otras cosas cuando me pilla de paso y obviamente ninguno de los dos reclamamos el dinero del otro, sería ridículo, pero jamás iría a decirle que yo llevo pagando los preservativos tres meses y que ya le toca a ella. ¡Es que hay que ser tacaño para hacer eso!

Hace poco leí en este artículo que las personas tacañas percibieron carencia de afecto durante la niñez y que la necesidad de procurar la permanencia de lo poco que les llega genera la tacañería. Yo no sé si es cierto pero, si lo es, a ese chaval debieron de darle muy pocos abrazos la verdad.

Y es que una cosa es ser moderno y un hombre de la época actual y otra cosa muy distinta es ser un grosero. Tengo amigos que hablan de sus ligues como si sólo fueran objetos con los que saciar su apetito sexual y aunque he de decir en su favor que no son machistas porque cuando les saco el tema me dicen que ven estupendo que esos mismos ligues los traten a ellos por igual porque son dos adultos que buscan una satisfacción mutua y nada más, también os digo que estoy seguro de que esas chicas no hablan así de ellos o, si lo hacen, no utilizan palabras tan vulgares ni describen tanto las experiencias eróticas.

Así que sí, soy un hombre moderno, de mundo, actual, pero apoyo la galantería y creo que todas las mujeres son princesas.

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