La D.G.T. (Dirección General de Tráfico) recuerda que la mayoría de los accidentes de circulación se producen en trayectos cortos. La siniestralidad aumenta en los meses de verano y en los periodos vacacionales. No precisamente en las operaciones de entrada y salida que marcan el comienzo y final de las vacaciones, sino en los desplazamientos de ocio a la playa o para visitar algún destino cercano.
Los accidentes de tráfico pueden ser acontecimientos estresantes y desafiantes, pero saber cómo actuar en estos momentos puede marcar la diferencia en términos de seguridad personal, protección legal y resolución adecuada de los problemas que puedan surgir.
Después de un accidente, los primeros minutos son cruciales. Desde mantener la calma hasta evaluar la situación y garantizar la seguridad de todos los involucrados, cada decisión cuenta para afrontar con entereza la situación. Comprender cómo comunicarse con otros conductores, recopilar información y alertar a las autoridades es esencial para garantizar una respuesta efectiva en el lugar del incidente.
La asistencia legal también puede ser una pieza clave del rompecabezas. La orientación de un abogado especializado en accidentes de tráfico puede ser vital en situaciones donde las lesiones son graves. Los asesores de TFS, Trámites Fáciles Santander, una asesoría multidisciplinar de la capital cántabra, nos recuerdan que la intervención de un abogado especializado es fundamental para que los afectados por los accidentes puedan hacer valer sus derechos.
Por último, la resolución judicial y la indemnización son aspectos fundamentales para cerrar este capítulo. Te adentrarás en el proceso de presentar una reclamación ante las compañías de seguros, aprenderás cómo se negocian las compensaciones y considerarás la posibilidad de una demanda legal si la situación lo requiere. Desde daños materiales hasta gastos médicos y emocionales, entender cómo se valora la compensación puede permitirte tomar decisiones fundamentadas y buscar el cierre adecuado.
Abordaremos el tema de los accidentes de circulación desde tres momentos decisivos: La comisión del siniestro, el asesoramiento legal y la resolución final con la reclamación de una indemnización si procede.
Qué hacer cuando sucede un accidente.
La página web de la Cruz Roja dice que cuando nos hemos visto inmersos en un accidente de tráfico, lo primero que hay que hacer es aparcar el coche fuera de la calzada, ponernos el chaleco refractante y señalizar la zona con los triángulos de seguridad. Hay que advertir al resto de los conductores que se ha producido un siniestro y obstaculizar lo menos posible el tráfico. El protocolo que procede en estos casos es el sistema de emergencia P.A.S. (Proteger, avisar y socorrer).
Otras acciones que necesitamos lleva a cabo son:
- Evalúa la situación
Después de un accidente, lo primero y más importante es mantener la calma. Detén tu vehículo si es seguro hacerlo y evalúa la situación. Asegúrate de estar fuera del camino del tráfico y enciende las luces intermitentes de emergencia.
- Verifica el estado de las personas involucradas
Comprueba si tú y los demás pasajeros en tu vehículo están bien. Luego, verifica el estado de las personas en los otros vehículos involucrados. Si hay heridos graves, llama inmediatamente a los servicios de emergencia (ambulancia y policía) proporcionando detalles precisos de la ubicación.
- Comunica el accidente a las autoridades
En la mayoría de los lugares, es necesario llamar a la policía para informar sobre el accidente. Asegúrate de proporcionar información precisa sobre la ubicación y la naturaleza del accidente. Si es posible, no muevas los vehículos hasta que llegue la policía, a menos que sea necesario por razones de seguridad.
- Intercambia información con los otros conductores
Es crucial intercambiar información con los conductores de los otros vehículos involucrados. Esto incluye nombres, números de teléfono, información de seguros y números de placas. No discutas sobre quién tiene la culpa en el lugar del accidente.
- Documenta la escena
Si es seguro hacerlo, toma fotos de la escena del accidente desde diferentes ángulos. Estas imágenes pueden ser valiosas como evidencia en caso de disputas legales o de seguros. También es importante tomar nota de las condiciones climáticas, la hora del día y cualquier otro detalle relevante.
- Reporta el accidente a tu compañía de seguros
Tan pronto como sea posible, informa a tu compañía de seguros sobre el accidente. Proporciona una descripción precisa de lo que sucedió y toda la información recopilada en la escena. Tu compañía de seguros te guiará sobre los próximos pasos a seguir.
Asistencia legal.
No podemos dejar todo en manos de los seguros, y menos si nosotros hemos sido uno de los damnificados. En los momentos tumultuosos que prosiguen a un accidente de tráfico, una de las decisiones más importantes que puedes tomar es buscar la asistencia legal adecuada. La ayuda de un abogado especializado en accidentes de tráfico puede marcar la diferencia entre un proceso complicado y estresante, y una resolución más suave y justa.
Después del accidente de tráfico, es posible que te encuentres lidiando con lesiones, daños materiales, disputas con compañías de seguros y la incertidumbre sobre cómo proceder. Aquí es donde un abogado especializado puede intervenir. Estos son los aspectos en los que te puede ayudar:
- Conocimiento especializado: Los abogados de accidentes de tráfico tienen un profundo conocimiento de las leyes y regulaciones que se aplican a estas situaciones. Pueden asesorarte sobre tus derechos y las opciones legales que tienes.
- Negociaciones con las compañías de seguros: Las compañías de seguros a menudo intentan minimizar los pagos de indemnización. Un abogado puede negociar en tu nombre para asegurarse de que recibas una compensación justa y adecuada por tus pérdidas.
- Documentación y evidencia: El abogado ayuda a recopilar y presentar pruebas sólidas que respalden tu caso, como registros médicos, informes policiales, testimonios de testigos y pruebas fotográficas.
- Gestión de plazos: Existen plazos legales para presentar reclamaciones y demandas después de un accidente. Un abogado puede asegurarse de que cumplas con todos los plazos pertinentes y evites perder tus derechos debido a demoras.
- Resolución de disputas: Si hay disputas sobre quién es responsable del accidente o si se niegan las reclamaciones de seguro, un abogado puede ayudarte a resolver estas cuestiones de manera legal y eficiente.
No todos los accidentes de tráfico requieren la intervención de un abogado. Sin embargo, hay situaciones en las que es recomendable buscar asesoramiento legal, estas son:
- Lesiones graves: Si tú o tus pasajeros sufren lesiones graves que requieren atención médica continua o costosa, un abogado puede ayudarte a buscar la compensación adecuada.
- Disputas con compañías de seguros: Si una compañía de seguros niega tu reclamación o te ofrece una compensación insuficiente, la intervención del abogado es determinante para encontrar una solución justa.
- Daños significativos: Si los daños materiales de tu vehículo son importantes y necesitas asegurarte de que se cubran adecuadamente, un abogado te ayudará en las gestiones.
- Complejidad legal: Si el accidente involucra múltiples vehículos, cuestiones de responsabilidad confusas o leyes complicadas, contar con la asistencia de un abogado simplifica el proceso.
La asistencia legal después de un accidente de tráfico puede proporcionarte el apoyo necesario para proteger tus derechos.
Cómo se resuelve.
Alberto Salas, presidente de la Asociación de Abogados de Víctimas de Accidente de Tráfico (A.D.E.V.I) relata en la revista Economist & Jurist el caso verídico de una demanda civil, en el que el damnificado por un accidente de tráfico denuncia a la compañía de seguros del autor de los hechos por ofrecerle una indemnización inferior a la pérdida de poder adquisitivo que le produjo el accidente.
El accidente se produce cuando un coche, con más de 10 años de antigüedad, que operaba con licencia de taxi, es colisionado por la parte de atrás por un vehículo que no se detuvo en un cruce de vías urbanas. El choque produce la rotura del trapecio del vehículo y una contusión en el hombro que impidió al damnificado que pudiera trabajar durante varias semanas.
El afectado, que trabaja por cuenta propia, percibe los efectos reales del accidente un día después de la comisión del suceso. A las pocas semanas, recibe una primera oferta por parte de la compañía de seguros, que en su opinión no cubre la pérdida de ingresos que el accidente le ha ocasionado.
Se pone en contacto con un abogado y fuerza una negociación con la aseguradora. Para la primera reunión, el abogado adjunta varios partes médicos que indican que el afectado no ha podido trabajar a consecuencia del accidente. La compañía de seguros señala que la situación no es tan grave como se quiere presentar, que ellos no han solicitado ninguna prueba médica y desestima la cantidad reclamada en concepto de indemnización por daños y perjuicios.
El abogado interpone entonces una demanda contra la aseguradora y se inicia un juicio verbal. La aseguradora mantiene su posición y señala que ofreció en su momento seguimiento médico y una indemnización al afectado, que este rechazó. No consigue probar el rechazo de la víctima a someterse a un reconocimiento médico, por lo que al final el juez dio la razón a la parte demandante y admitió el 100% de la reclamación.
Para afrontar un accidente de circulación debemos proceder en todo momento con la cabeza fría y el sentido común.