Para mí son como mis hijos. Mucha gente no lo entiende, otros sí. Pero mi pasión por los coches clásicos es muy grande. La tengo desde que era un pequeñajo y mi padre me llevaba a distintas ferias que se hacían en toda España. Luego empecé haciendo modelismo, era mi hobbie, con en el que he ganado varios premios y terminé dirigiendo una empresa con movimiento en diferentes países que me demanda calidad y constante cambio.
Creo que el primer coche clásico que recuerdo es un Cadillac 1947 que tenía mi abuelo. Los domingos solía llevarnos a dar una vuelta y a tomar un helado. Recuerdo la sensación de sentirme especial montado en aquel coche al que mi abuelo quería tanto. De ahí nace mi gusto por los clásicos. Creo que manejar un coche especial te hace especial. Desde ese momento supe que yo sería un enamorado de los coches clásicos. Así que con el paso de los años, decidí que mi nuevo trabajo sería el de restaurar clásicos.
Cuando empiezas el mayor problema sin duda es la falta de presupuesto. Más que un problema diría que es parte de la pasión y el trabajo. El esfuerzo que lleva cada uno de los coches es único. No se puede decir que existe un proceso para restaurar un coche. Cada uno tiene sus particularidades y lo más importante es que cada coche es especial. Es precisamente el objeto de adquirir un clásico, ser diferente al resto. En el taller empezamos siempre por el chasis, seguimos con la parte mecánica, posteriormente hojalatería y pintura y terminamos detallando el interior, sin embargo cada uno de los coches ha sido restaurado de forma diferente, porque cada uno es como si fuera un hijo diferente, y por lo tanto, cada uno necesita ser tratado de una manera.
Cuando me preguntan por mis clásicos favoritos, la verdad es que tengo serias dudas. No puedo dejarlo en uno solo. Siempre recuerdo un Maverik 1975, 100% restaurado, incluso con el motor totalmente restaurado, interiores en piel de la más alta calidad con costuras, chasis impecable, hojalatería sin pasta. Una maravilla de coche. Un 1975 Km “0”.
Mercedes Benz
La serie W140 de Mercedes-Benz Clase S es ampliamente considerada como la última generación de la anticuada camada S-Class. Las ventas en Europa empezaron en 1991, por lo que es fácil encontrar uno de segunda mano en los portales de posventa. Con una velocidad máxima de 288 km/h con el limitador eliminado, es un clásico que nunca pasa de moda.
Seat 600
El Seat 600 se estuvo fabricando durante 18 años bajo licencia de Fiat, y se convirtió en España en un clásico querido. Es el mítico siscientos, que tantas y tantas historias tiene que contar. Hasta el punto de que hay hasta quedadas entre sus usuarios.
Renault 4l
Fabricado por Renault como respuesta al Citroën 2CV y conocido como ‘Cuatro latas’ en España, el 4L empezó su vida como un coche económico en los años 60. Este hatchback con tracción delantera fue un éxito. En los años 1970 llevó a una nueva generación de hippies, y en los 80 se convirtió en un vehículo para cada día para familias.
Cuando me preguntan cuánto vale restaurarlo. No sé qué contestar Los proyectos que han pasado por mis manos han variado mucho, entre unos 5.000 y 10.000 euros respectivamente mas la compra de la unidad. Sin embargo hay casos de restauraciones específicas en las que los dueños de los coches se pueden gastar unos 25.000 euros. No obstante, os sorprenderíais de las cantidades que se llegan a pagar.
Siempre pongo el caso de un holandés que decidió restaurar su coche clásico. Encontró mi empresa por Internet, y tuvo claro que quería poner su coche en mis manos. Para ello se puso en contacto con Transportes Transthalia, una empresa de transporte de coches clásicos, antiguos y de colección que es referente en el sector. El traslado se realiza de puerta a puerta con la garantía de que lo recibes tal y como lo dejaste. Para ello, completan un parte inicial donde se indica el estado del coche y, al llegar a destino, el chófer junto a la persona que lo recibe revisa de nuevo el vehículo para corroborar que tanto el interior como el exterior está intacto. Y así fue. Desde Holanda que llegó el clásico.
La verdad es que de mi pasión he hecho mi forma de vida, y eso me encanta. ¿Cuál es tu clásico favorito?