Muchos amantes de la gastronomía apuestan por el ramen, ya que ofrece una perfecta combinación de sabores y aromas. Según los datos de SEMrush, este plato japonés registró, de media mensual, más de 60.000 búsquedas en Google.
Es un plato caliente, riquísimo y fácil de preparar. Ha ido evolucionando y adaptándose en cada país, ya que se puede servir con carne de cerdo, pollo o pescado, o totalmente vegetariano.
La Vanguardia informa que es «uno de los platos nipones más famosos, es originario de la China, país con una cultura de fideos ancestral como indica su nombre: ra (estirar) y men (fideos). Llegó a Japón a principios del siglo XX de la mano de inmigrantes chinos, y allí evolucionó convirtiéndose en una delicia nacional que se encuentra en todos los rincones del país».
«La cocina oriental nos resulta atractiva porque usa condimentos muy distintos a los nuestros y unas elaboraciones muy simples con un resultado interesante. Además, la cocina japonesa ofrece sabores como el umami , que son poco habituales para nosotros», explica la nutricionista Magda Carlas.
El ramen aporta hidratos de carbono complejos, fibra y proteínas de calidad. Es digestivo y al ser muy rico en verduras también es rico en antioxidantes.
Los profesionales de Pelican Restaurant, expertos en cocina japonesa, explican que en el caldo hecho con hueso de cerdo, pollo o ternera es posible encontrar un aminoácido llamado glutamina, que ayuda a aumentar las defensas y a mejorar la salud intestinal. Pero para conseguir este beneficio, el caldo debe cocinarse a fuego lento y prolongado.
En este plato apreciarás el sabor del bambú, debes saber que aporta fibra y ayuda a regular la presión arterial. Los cocineros usan las semillas de sésamo, que es una de las fuentes principales de calcio de origen vegetal y aporta grasas saludables.
Incluso, el miso sin pasteurizar ayuda a mejorar la microbiota intestinal. El ramen ha de cocinarse durante varias horas para que los ingredientes desprendan su grasa, minerales y proteínas.
Los fideos del ramen destacan por el grosor y la elasticidad. «Esto se logra por la presencia de un preparado mineral alcalino que aporta una elasticidad y textura diferentes. Pueden ser preparados con harina de trigo o trigo sarraceno o alforfón o arroz o guisantes o maíz o soja (incluso pueden ser combinaciones)», explica la dietista-nutricionista Angélica Bugallo.
Los celíacos pueden disfrutar de este plato si escogen los fideos de trigo sarraceno, de arroz integral, de alforfón, de guisantes o de soja.
La variedad de «toppings» que se puede elegir dependerá del país, por ejemplo en Japón suelen añadir trozos de carne de cerdo, o pescado, o mariscos y huevo cocido.
Hay que comerlos sorbiendo los fideos y rápido, porque es importante que estén calientes y hay evitar que los fideos se pasen.
En Tokio el ramen se hace con huesos de pollo y cerdo. Es un caldo oscuro, porque se añade dashi, salsa de soja y fideos de huevo gruesos.
Los tropezones son chashu, brotes de bambú marinados, usumaki, algas, vieiras y huevo a medio cocer.
Los ramen de Hakata, en la región de Fukuoka, se hierven durante horas los huesos de cerdo hasta que se desprende el tuétano.
Suele utilizarse fideos finos, ajo, especias, setas crujientes, hojas de mostaza fresca, cebolleta, semillas de sésamo y chashu.
En la ciudad de Kitakata, echan anchoas secas en el caldo, y los fideos son planos. Uno de los mayores expertos en ramen es Kamimura Toshiyuki, ya que come 400 boles de ramen al año.
«A veces no puedo esperar hasta la hora del almuerzo —explica Kamimura, que devora el ramen con una sensación de urgencia, sorbiendo los gruesos fideos y engulléndolos como un pato, sin apenas detenerse a masticarlos—, así que acabo comiendo con los taxistas que vienen aquí después del turno de noche», dice Kamimura.
El joven es uno de los blogueros especializados en ramen más influyentes de Japón. A los 17 años se mudó a Fukuoka, la capital de Kyushu, para estudiar fotografía y en esa etapa universitaria probó este plato. «Fue una experiencia totalmente distinta. No tenía ni idea de que el ramen pudiera estar tan rico», añade.
Kamimura visita cientos de locales de Kyushu y analiza la calidad del caldo y el tipo de pasta usado. Colabora con revistas como ‘Ramen Walker’ y sale en la tele para dar su opinión sobre los fideos.
Si quieres preparar este riquísimo plato en casa necesitas un buen caldo de carne de cerdo o de verduras. Después, vamos añadir en una sartén unas setas tipo shitake con salsa de soja y un poco de sésamo, y dejas un buen rato para se dore y reservamos.
Cuece un huevo, pero es mejor que quede poco hecho, con la yema casi líquida. Debes cocer 5 minutos y luego lo pasas por agua fría y lo reservas también.
Caliente el caldo y añade un par de cucharadas soperas de miso. Remueves y añades media cucharada de mirin (un vino dulce de arroz) y dos cucharadas de salsa de soja.
Mientras se va haciendo los ingredientes, cuece los fideos especiales para ramen, pero hay quienes lo cuecen en el propio caldo. También puedes añadir unas algas tipo wakame al caldo.
Para servirlo, pon el caldo en el bol, los fideos y por encima las setas shitake y medio huevo cocido. ¡Hay que comerlo muy caliente!