Trabajar de cara al público es una de las labores más complicadas que existen debido a que depende de un buen abanico de cuestiones. Por un lado hay que tener una manera de hablar fluida y natural y por el otro hay que ofrecer un producto o servicio que de verdad satisfaga las necesidades del cliente. Pero nada de ello sirve sin un establecimiento, oficina o despacho que nos aporte una imagen seria y confiable.
En pleno 2017, todo lo que nos rodea habla bien o mal de nosotros mismos. La ropa, las formas, el lugar en el que trabajamos… es por ello por lo que resulta imprescindible mantener cuidados todos estos aspectos si lo que queremos es convencer a los consumidores de que nuestros servicios son los mejores y, por tanto, hacer negocio.
Hace aproximadamente un año y medio decidí, junto con uno de mis compañeros de la Universidad, convertirme en emprendedor y dar vida a una empresa dedicada a la venta de seguros y especializada concretamente en los del hogar. Era un proyecto ilusionante pero para el que todavía necesitábamos un buen elenco de cosas. Una de las primeras la teníamos clara: necesitábamos unas oficinas amplias, situadas en un buen lugar de Barcelona (ciudad en la que pensábamos trabajar) y elegantes.
Nos pusimos manos a la obra para intentar conseguir ese objetivo. Había muchas personas que ya nos habían comentado que lo que pensábamos lograr era bastante complicado puesto que existían pocas oficinas disponibles en el centro de la ciudad y las que quedaban eran realmente caras. No nos desilusionamos. Estábamos convencidos de que existía un lugar en el que podríamos ejercer nuestra actividad de acuerdo a nuestras pretensiones.
Nuestro tesón se vio recompensado al descubrir una empresa como Cacplus, dedicada al alquiler de despachos y oficinas en Barcelona. Se trataba justo del tipo de entidad que estábamos buscando: una entidad seria, que nos podía proporcionar el tipo de lugares que nos convenían para montar la oficina de la aseguradora y que tenía la elegancia como un símbolo de su identidad.
En cuanto supimos de su existencia, recurrimos a su página web para obtener los datos de contacto y comentarles nuestro proyecto. Sus profesionales nos atendieron de manera inmediata y nos invitaron a visitar varias de las oficinas que estaban disponibles. Una vez que lo hicimos, lo vimos claro. Las oficinas de la Rambla de Catalunya eran ideales y permitirían ubicarnos en uno de los lugares con más vida de la ciudad.
La base para nuestro éxito
Decidimos decantarnos por esas oficinas y de manera inmediata supimos que habíamos dado con la tecla que el negocio necesitaba. Por un lado, habíamos conseguido para la aseguradora un lugar con elegancia y con un mobiliario de primera calidad. Por otro lado, trabajar en un lugar como la Rambla de Catalunya generó que, al instante, pasaran a conocernos miles y miles de personas.
Las consecuencias de todo ello fueron positivas para nosotros: en un tiempo récord conseguimos crear una cartera de clientes muy importante y que nos permitió obtener unos ingresos fundamentales para evitar ser uno de esos negocios que carecen de una vida prolongada.
Todavía a día de hoy somos una de las aseguradoras más fiables y mejor vistas de la ciudad de Barcelona. Nuestros clientes así lo atestiguan. No solo somos los que proporcionamos unas mejores condiciones para el seguro del hogar, sino que además envolvemos ese servicio con una elegancia impresionante y que nos concede, entre otros motivos, el espacio de trabajo que poseemos.
Obtener esa imagen de seriedad y de confianza es, como apuntaba al principio, imprescindible para un negocio. En el caso de las aseguradoras, todavía más. Todo el mundo anda preocupado por la seguridad de su hogar y por tanto desea conseguir las mejores condiciones posibles en caso de sufrir un contratiempo. Una oficina elegante, amplia y moderna, tal y como la que tenemos, ayudará a que los clientes depositen su confianza en nosotros.