Qué importante es tener hoy en día la casa que uno desea. En la sociedad en la que vivimos, que obliga a cada vez más gente a pasar el día fuera de casa por motivos laborales, es imprescindible disfrutar de nuestros momentos en el hogar. Y para ello realmente hay que constituir una vivienda que no solo satisfaga nuestras necesidades sino que también nos proporcione el placer y el relax que queremos obtener para combatir el estrés.
Existen muchas maneras de hacer que nuestra vivienda sea ese oasis de placer y tranquilidad. Unos deciden darle prioridad a la compra de mobiliario. Otros, sin embargo, prefieren centrarse en la decoración interior. Finalmente, otros optan por conseguir los mejores materiales para dotarle a la vivienda de un elemento decorativo así como un impulso en materia de seguridad.
Hace tan solo un año fui contratado para trabajar en una empresa de la ciudad de Valladolid. El tipo de contrato que me ofrecían era indefinido, lo cual suponía para mí muchísima alegría pero también una serie de nuevas ocupaciones, entre las que se encontraba la de comprar una vivienda. Para llevar a cabo dicha acción centré mi atención en un pequeño pueblo situado a escasos kilómetros de la capital vallisoletana: Cabezón de Pisuerga.
En aquel pequeño municipio había una serie de chalets que me convencían pero a los que le faltaba algo que a mí me parecía muy importante: un tejado de pizarra. La pizarra es uno de los materiales más resistentes que se usan en el sector de la construcción y, personalmente, siempre me ha gustado contar con él para mi vivienda. Lo tenía bastante claro: no iba a renunciar a tener ese tejado de pizarra por el que suspiraba, así que comencé a hacer una lista con todas las posibilidades que tenía de conseguirlo.
Después de unos días y de hacer una primera valoración, me di cuenta de que la mejor manera de conseguirlo según mis intereses era a través de Ardoises D’Espagne, una empresa con experiencia y que trabajaba con la pizarra de mayor calidad del mercado. Estaba convencido de que gracias a los profesionales de aquella entidad iba a darle a mi casa ese puntito que le faltaba desde mi punto de vista.
En cuanto me puse en contacto con dicha empresa me sentí atendido a la perfección. Después de explicarles mis intenciones a sus trabajadores, me comunicaron que visitarían mi casa y tomarían las medidas pertinentes para instalar las láminas de pizarra correctamente y cuanto antes mejor. Efectivamente, en apenas unas semanas tenía el trabajo terminado y la casa perfectamente preparada para ser habitada. Llegaba el momento, al fin, de disfrutar de mi nuevo chalet.
Pizarra también para el patio
Tan encantado acabé con el servicio que terminé por llamar a Ardoises D’Espagne para otro asunto. El suelo del patio del chalet se agrietó al poco tiempo de haberme mudado. Como consecuencia, me vi obligado a cambiarlo y, cuando me propuse cómo hacerlo, me pregunté si no sería una buena idea volver a confiar en la indestructibilidad de un material como este.
El resultado volvió a ser el mismo. Una atención minuciosa, un servicio muy completo y una rapidez digna de mención y por supuesto de agradecimiento. El suelo del patio quedó conformado de pizarra y la verdad es que desde entonces no he vuelto a sufrir ningún problema. De hecho, decorativamente resultaba espectacular observar el cambio. Tanto mi familia como amigos se encargaron de comunicármelo.
Hoy, mi casa es ese ejemplo de oasis placentero del que hablaba al principio. Llevo un año viviendo en este domicilio y la verdad es que la valoración final que hago es más que positiva. Mucho más que cuando llegué aquí. Esa pizarra que hoy conforma el tejado de mi casa y el suelo de mi patio es, en parte, la gran culpable de ello.
