Es una de las fantasías más grandes que tiene una mujer. Ver a un hombre con uniforme o ropa laboral. Y es que es una cosa que se queda en la mente y nos deja fascinados. Hay que reconocer que los uniformes laborales quedan muy bien. Y más de una vez hemos jugado con nuestra pareja a eso de disfrazarse de algo. ¿Verdad? Pues vamos a hacer un repaso por los uniformes que mejor quedan a los hombres cuando se los ponen. ¿Cuál es tu favorito?
Como te decimos los hombres con uniforme parecen ser mucho más atractivos al menos para nosotros, sin importar, de hecho, el uniforme que tengan. Es algo así como la erótica del poder, pero en vestimenta. ¿Con cuál te quedas tú?
Con ropa de médico
¿Jugamos a los médicos? Debe ser una de las preguntas que más se hacen las parejas. Y es que, al igual que a los hombres les gusta que las mujeres se vistan de enfermeras, a las mujeres les gusta ver de médicos a sus chicos. ¿Hay algo más sexy que un médico joven y apuesto con su bata? Estamos viendo a ese hombre que está salvando vidas día a día, cuidando a niños pequeños, ayudando a las personas a tener una existencia mucho más saludable… Y más ahora después de la pandemia del coronavirus que se han convertido en héroes sin capa, pero con uniforme.
De bomberos
Vamos a subir la temperatura, y nunca mejor dicho, porque ahora vienen los hombres con uniforme de bombero. Aquí estamos hablando de encender fuegos y no de apagarlos precisamente. Y es que además de comprobar que lleva el uniforme oficial, con mono, botas y casco, hay que pensar que debajo de todo, hay un cuerpo de gimnasio. bomberos son de ese tipo de hombres que cualquiera quiere tener cerca para estar bien protegido. Como dato te diremos que los bomberos se llevan la palma en los sueños eróticos más recurrentes del 70% de las mujeres americanas. En España somos más de jugar a los médicos.
De camarero
Por suerte para todos, los trabajadores de la hostelería han dado un salto de calidad. Ya no llevan el típico mandil lleno de manchas de grasas. Ahora van uniformados y con mucho estilo. Solo tienes que imaginar a Dabid Muñoz entre los fogones para que suba la temperatura. “Ahora mismo los cocineros y los camareros usan los diseños que ideados para conseguir la mayor libertad de movimientos de los profesionales que los porten, adaptándose siempre al tipo de servicio que ofrezcan”, comentan desde Doblege, una empresa especializada en la ropa laboral. Te imaginas a un chef con una chaqueta de cocinero con cuello tirilla y doble botonadura cruzada, abertura lateral en los puños y un bolsillo de vivo en el pecho. Y la verdad es que les queda muy bien.
A la oficina
Luego también están los uniformados con su camisa, corbata y traje. De eso que nosotros siempre nos ponemos para ir de boda, pero que ellos siempre parece que les queda bien. Muchos de estos cuerpos se exigen unos requisitos físicos, un mínimo de altura y de presencia que culmina en que las pruebas de muchas academias más parecen «castings». Y es que ahora mismo, algunos abogados parece que se pueden presentar para ganar el concurso de Míster España.
Un obrero
Pero tampoco hay que irse a uniformes de profesiones top. Hasta un obrero puede levantar pasiones. Eso sí, no el típico que va con mono azul y la camiseta interior blanca si mangas. Esa imagen de Alfredo Landa forma parte del pasado. Ahora los obreros también llevan su uniforme que nos da morbo. Solo hay que pasar por una obra y comenzar a lanzar piropos a los que se lo merecen. Y es que, afortunadamente, los tiempos han cambiado.
Limpieza
Vamos a terminar con un grupo de trabajo que también tiene su morbo. Los empleados de la limpieza. Como te decíamos nada tiene que ver con lo que había antes. Ahora les ves cómo limpian las calles o recogen la basura y la verdad es que tienen un porte tremendo. Suelen ir muy bien conjuntados, y quizás eso es lo que haga pensar que nos gustaría tener una aventura con ellos. ¿No crees?
Ahora bien, hay que decir que muchas veces el hábito no hace al monje. Vale, a primera vista puedes ser todo un cañón, pero recordamos que el mejor uniforme es de la cabeza. Si a eso, le acompañamos con un buen vestir, puede ser que estemos ante el hombre perfecto. Ese que se viste por los pies.