Hoy en día diferenciarse a la hora de vestir es bastante complicado, pues compramos prácticamente en las mismas tiendas de ropa. Atrás quedaron los tiempos en los que ibas al modista a que te hiciera ropa a medida, o en los que ir a la tienda del barrio a comprar la ropa era algo totalmente normal. Actualmente vamos al centro comercial y buscamos lo que más nos convence.
Aunque eso si, la forma de vestir depende mucho de la persona, de la personalidad y del lugar en el que vives. En el barrio londinense de Camdem Town no es nada raro ver a gente vestida como si hubieran salido de una peli de terror de los setenta, pero hacer eso por las calles de Alicante o Albacete puede generar miradas en las que se juzga de una manera criminal, por algo tan natural por vestir como a uno le apetece.
Y si vamos un paso más allá en cuanto a la forma de vestir, encontramos que Internet ha abierto una puerta muy grande a los diseñadores de moda que no tienen los recursos para competir al nivel que las grandes marcas de moda. Internet ha democratizado de una manera muy importante el mundo de la moda, pues los diseñadores pueden vender de manera online sin tener que abrir una tienda física de manera obligatoria.
Esto ha dado un aire fresco al sector de la moda para todos aquellos que no quieren vestir igual que los demás. Y lo mejor de todo, es que existen diseñadores que pueden cumplir con las exigencias de todos aquellos que quieren un estilo totalmente actual y acorde con las pasarelas de moda.
Pero no podemos olvidar algo muy importante, y es que la innovación en el mundo de la moda suele pasar por coger estilos y añadirles ligeros toques para actualizarlo. Y esto es algo que se puede ver temporada tras temporada, pues hay prendas con estilos clásicos pero que se le añaden ciertos accesorios, o el corte es ligeramente diferente.
Esto es lo que hace que muchas personas decidan tener en su armario ciertas prendas de ropa que se pueda poner temporada tras temporada. Y esto puede ser algo difícil de encontrar, y por ello muchas personas acuden a tiendas de segunda mano para encontrar estas prendas.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre cómo podemos valorar si comprar o no una prenda de segunda mano, para que en ningún caso nos arrepintamos de una compra que con mucha probabilidad nunca podremos devolver, aunque si volver a vender otra vez.
Dale una oportunidad a la ropa de segunda mano
El consejo más importante que podemos dar, es que tienes que tener muy claro el tipo de prenda que quieres añadir a tu armario. La ropa vintage nunca pasa de moda (y sino díselo a esa chaqueta de cuero que heredaste), pero no debemos de apresurarnos a la hora de elegir la ropa.
Una manera de buscar qué tipo de prenda buscas es por Internet. Si, existen muchas tiendas online de ropa de segunda mano que compran ropas de primeras marcas. Nuestra favorita, y la de muchos lectores y amigos, es Ave Bennu, que se dedica a la compra y venta de ropa de segunda mano. Esta empresa es un claro ejemplo de que puede encontrarse ropa de segunda mano bien cuidada en Internet.
Tras haber comprobado el tipo de prenda que quieres, busca tanto en tiendas online como en tiendas físicas. En casi todas las ciudades encontrarás tiendas de segunda mano en las que podrás ver el tipo de prendas que hay. Esto te beneficia a la hora de probarte la prenda, además puedes comprobar los desperfectos que tiene, y si tiene algún roto que no quede bien al arreglarse.
Continuando con los puntos a tener en cuenta, nos encontramos con la eterna duda de: ¿lo compro o no lo compro?, que solemos tener cuando encontramos algo que nos encanta. Si el precio es bajo no te lo pienses mucho, pero si tienes que hacer una inversión plantéate el tipo de ropa con el que puedes combinar la prenda de segunda mano, así como el tipo de material y el posible desgaste que tenga.