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¿Sabes cómo se hace la cerveza? Te contamos el proceso paso a paso y alguno de sus secretos

Llega el verano y si hay una bebida por excelencia en esta época del año es la cerveza. Todavía es demasiado pronto para el tinto de verano, los refrescos nos empiezan a saber a poco y buscamos una bebida que nos hidrate, nos refresque, que tenga sabor y que nos recuerda que el periodo más festivo del año está por venir. Durante estos meses, apetece más que nunca el terraceo, tomar algo fresco mientras vemos una puesta de sol y no emborracharnos demasiado. Y es que todos recordaremos los míticos anuncios de verano, en los que la cerveza, el sol y la playa son los protagonistas.

Pero lo que realmente sabemos de este brebaje viene a ser más bien poco. No sabemos las diferencias entre el lúpulo o la cebada, en la mayoría de ocasiones no distinguimos entre una rubia o una pinta, unas marcas nos gustan más que otras y no sabemos decir a ciencia cierta el por qué… Y la razón de todo ello se puede encontrar en los secretos que guardan bajo llave los diferentes productores de cerveza. Es decir, cada productor hace sus propias modificaciones a lo largo del proceso para obtener una cerveza con unas características propias y diferenciadas. Y aunque los ingredientes son una parte importante de este proceso, lo realmente esencial es la maquinaria que se utilice: como bien saben los expertos de Boada Tecnología Ibérica, es esencial tener llenadoras con una gran capacidad de litros y caños para lograr la mayor producción posible, así como estas máquinas también deben de ser capaces de refrigerar la bebida para mantener intactas sus propiedades.

Bien, ya sabemos que la maquinaria es esencial para realizar todo el proceso. Ahora vamos a ver los diferentes pasos que tenemos que tener en cuenta:

  • El malteado es el primer proceso, por el cual los granos de cebada o de lúpulo atraviesan un proceso de germinación controlada para activar sus enzimas. Esto es muy importante, ya que en función de lo tostado que quede el grano dará lugar a maltas más oscuras o más claras (es decir, la cerveza tendrá diferentes colores).
  • El siguiente paso es mezclar el grano con agua en diferentes tandas: deben mezclarse en diferentes tiempos y temperaturas para que el almidón se acabe convirtiendo en azúcares fermentables. Una vez mezclado, damos paso a la maceración.
  • Tercer paso: la filtración del mosto. En este momento, toca separar el grano del líquido, por lo que se debe filtrar el mosto a través de una cuba o de un filtro.
  • Una vez separado el líquido de los sólidos, el brebaje es llevado a ebullición para aportar ese aroma y ese amargor tan característicos de la cerveza. A lo largo de este proceso, se coagulan las proteínas, se eliminan olores que no deberían estar presentes en esta bebida y se esteriliza. Por último, se centrifuga.
  • Pero como la cerveza no se fermenta sola, llega el momento de enfriarla y airearla para, más tarde, sembrar la levadura. Aquí es donde entra en juego el alcohol, ya que durante este proceso los azúcares se convierten en alcohol y en CO2. Este proceso, además, se desarrolla en grandes tanques conocidos como fermentadores.
  • Anteriormente hemos hablado de la importancia de contar con grandes máquinas que enfríen de manera rápida la cerveza. Pues ese proceso entra en juego en este momento de la elaboración, ya que el mosto se somete a bajas temperaturas para lograr estabilizar los aromas y los sabores que se han obtenido a lo largo de los procesos anteriores.
  • Y, por último, llegamos al envasado. En este punto, la cerveza se filtra para eliminar las partículas de levadura que hayan podido quedar en suspensión. Una vez realizado este último paso, la cerveza se envasa en diferentes formatos para que lleguen al usuario.

Más agua que grano o las diferencias entre la cerveza lager y la ale: algunos de los secretos

Cuando bebemos cerveza solo vemos que se trata de una bebida líquida con color y sabor. Lo que no sabemos es por qué nos hidrata tanto y ahí va uno de sus secretos: este brebaje está compuesto por entre 85% y 90% agua. Otra característica es que el mosto está un mínimo de una hora en ebullición, aunque el tiempo exacto depende del estilo de cerveza que se quiera adquirir. Otro secreto que probablemente no sepas: durante la fermentación, se generan una gran cantidad de compuestos, los cuales ayudan a darle sus aromas característicos.

¿Sabías que hay dos grandes familias de levaduras? La lager y la ale. La lager se fermenta más lentamente en el que se emplean levaduras especiales y da como resultado un tipo de cerveza que se sirve fría y tiene un sabor acentuado. Mientras que la ale son un tipo de cerveza de fermentación alta, de manera que el proceso de fermentación ocurre en la superficie de la bebida.

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