Una vivienda en la que nos sintamos cómodos y que cumpla con nuestras expectativas es un bien que realmente nos puede ayudar a tener esa calidad de vida que siempre hemos querido y que realmente nos ayuda a ser felices. Este es uno de los aspectos más importantes de la vida. Y es que, si residimos en un lugar en el que, por algún motivo, no nos encontramos cómodos, ¿cómo podemos buscar un motivo para la felicidad? No podemos encontrarnos incómodos en nuestra propia casa. Es algo que nos va a terminar perjudicando sí o sí.
Disponer de una vivienda que cumpla con esas expectativas es algo que depende de muchas cosas en los momentos en los que nos encontramos. Es algo que, por una parte, depende de la amplitud de la vivienda en cuestión. Pero es algo que depende, en otro orden de cosas, de los objetivos que empleemos en la decoración y distribución del espacio del lugar del que estamos hablando. Y ahí hay un maremágnum de cuestiones que tenemos que tener en cuenta si queremos cumplir con ese objetivo de tener en nuestra casa el motivo principal de nuestra felicidad.
Un artículo publicado en el diario El País informaba de que los españoles somos los únicos europeos que vivimos obsesionados con las persianas, por ejemplo. Para nosotros, este elemento es muy importante en el interior de una vivienda, lo cual no es así para el resto de europeos. La explicación es algo incierta puesto que nuestro país es el que más horas de sol tiene pero es el único de Europa en el que parece que nos escondemos de ese sol, al menos en el interior de nuestras viviendas. Para que veamos que hay cosas que nos diferencian del resto.
Otra noticia de El País informaba de algo que no hemos solido tener en cuenta y que desconocíamos por completo en España, que las ventanas de nuestras viviendas son más pequeñas que las del resto de Europa. Y con bastante diferencia. La verdad es que nada tienen que ver las ventajas de las que disponen en un país como Suiza a las que tenemos aquí en España. Lo que tienen en Suiza es para nosotros como un ventanal, más que una ventana propiamente dicha. Sea como sea, el caso es que de esta manera parecemos haber encontrado nuestra felicidad.
La verdad es que creemos que esta composición en nuestro hogar está más que justificada. En España tenemos muchísima más luz que en otros países de Europa, como ya hemos comentado, pero en algunos casos eso puede no ser una ventaja y convertirse en algo más parecido a un inconveniente. Con la luz que nos proporcionan nuestras ventanas es suficiente para tener esa conexión siempre necesaria con el exterior. Eso explica su pequeño tamaño y también la existencia de las persianas. En los países en los que no se tiene tanta luz solar, es evidente que apuesten por lo contrario.
Para los españoles, elementos como las ventanas tienen una importancia tremenda en lo relativo a la composición de su hogar. Aunque sea en una medida diferente en comparación a nuestros vecinos europeos, que apuestan por ventanas más grandes y luminosas por una cuestión de escasez de luz solar en sus calles y plazas. Desde Replus, una entidad dedicada, entre otras cosas, a la fabricación de ventanas, nos han comentado que en nuestro país también hay muchas personas a las que disponer de una ventana más grande de lo habitual le proporciona una buena cantidad de beneficios, algo que dista bastante de la tónica general en nuestra nación.
El estado de ánimo, una cuestión que incluye de lo lindo
¿Por qué existe gente que pretende hacer que en su vivienda las ventanas cuenten con unas dimensiones mayores para lo que estamos acostumbrados aquí en España? La explicación la podemos encontrar en lo que respecta al estado de ánimo. Disponer de luz solar juega una baza realmente importante a la hora de hacer que una persona se sienta más o menos animada. Por eso, en pos de conseguir un argumento para mejorar su estado de ánimo, hay gente que ve en esta cuestión algo necesario y realmente útil para su vida.
¿Va a producirse un cambio, por tanto, en los hábitos que se producen a la hora de elegir ventanas en España? Es cierto que no tenemos la capacidad como para prever esa cuestión. Pero sí que podemos asegurar que, las personas que han decidido apostar por él, se sienten bien su domicilio, lo cual no quiere decir que las que apuesten por lo contrario estén más incómodas. Es algo que depende de cada uno. De lo que no cabe ninguna duda es de que son muchas las personas que buscan de manera continua las mejores maneras de conseguir la felicidad y la comodidad en su propia vivienda. Es algo necesario y que, con independencia de cómo funcione el resto de nuestra vida, tenemos que procurar cada uno de nosotros.